Camelia Sinensis: Fuente de cultura

El devenir de la humanidad ha proporcionado portentos que perduran con el transcurrir de los años. Desde la electricidad hasta los deportes, desde la navegación a la química, desde el portento que es la música hasta el prodigio de la escritura, la cultura humana es el universo pensándose a sí mismo y desplegando todo su potencial.

En esa búsqueda permanente siempre está presente el vínculo con la naturaleza, imbricados con su entorno, los seres humanos siempre han encontrado en la naturaleza su soporte vital. Cada conquista humana, cada hallazgo, cada avance, alimenta el acervo cultural que acompaña a cada generación.

En la tradición de búsqueda de lo sublime se inscribe la Camelia Sinensis, planta milenaria alrededor de la cual se erige una cultura que atraviesa los siglos: la cultura del té.

El nombre genérico Camellia fue otorgado por Linnaeus en honor del botánico y misionero jesuita del siglo XVII, Jiří Josef Camel (también conocido como Camellus), a quien se atribuye el transporte de plantas de camelias desde Filipinas a Europa; mientras que el nombre específico sinensis se deriva del latín y alude a la localización de esta especie en China.

Son variados los orígenes que se le atribuyen a la bebida más popular del mundo luego del agua, se estiman China, Japón y la India como precursores de la expansión del té desde el Oriente del planeta.

Son milenios de disfrute de una bebida que ha sorprendido el paladar de Emperadores, Reinas y Príncipes, hasta formar parte de la vida de millones de personas alrededor del mundo en la actualidad.

¿Cuál es tu vínculo con el té? ¿Lo aprecias por sus efectos en tu bienestar mental y físico? ¿Es tu acompañante en el yoga y tus meditaciones? ¿O tal vez es un factor de distinción, buen gusto y refinamiento?